Los instintos de protección del alimento, sexual, de poderío, de atesoramiento, de miedo y agresión, entre otros, son algunos de los que dirigen la conducta humana, así como funciones psíquicas como la imaginación creadora, la abstracción y la generalización, que son propias del hombre, como lo es la tendencia moral, de la cual deriva la prohibición del homicidio y del incesto, entre otras.
Los instintos de protección del alimento, sexual, de poderío, de atesoramiento, de miedo y agresión, entre otros, son algunos de los que dirigen la conducta humana, así como funciones psíquicas como la imaginación creadora, la abstracción y la generalización, que son propias del hombre, como lo es la tendencia moral, de la cual deriva la prohibición del homicidio y del incesto, entre otras.